Verdaderas piezas de competición, aunque en estos tres casos, un poco exageradas... Se trata del Meteor SPA del 2017 que posteriormente fue bien "calibrado" para competencias mediante un bastidor reforzado, la bancada de tipo envolvente (BTE), y una caja de cambios secuencial más pausada. El motor de 320 caballos no fue alterado, pero la variante Prixet, fue ajustada para una pista. El SPA fue motivo de algunos accidentes callejeros que obligaron a la firma a retocar cada modelo y devolverlo al mercado.
El Colibrí GT tuvo problemas similares, pero al tener mejor estabilidad, apenas fue ajustado para competición. Igualmente su potencia estaba excedida con respecto al peso y distancia de ejes...
Como el VI-M4 fue diseñado únicamente para pistas, los problemas de exceso de potencia se pudieron corregir fácilmente permitiendo adaptarse sin problemas a los diferentes circuitos y pistas. La opción más fácil y apropiada fue la bajarlo casi a 8 o 10cm al piso.
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