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¡Abrelatas en acción sobre la franja de Sholst! El Sibilah con dos cañones de 35mm en las alas de forma externa sumados a los dos de 20mm dentro del ala le otorgó un potencial de fuego contundente y efectivo, siendo una plataforma ágil y de sobresaliente velocidad. El Zorro con un cañon de 50mm fue demodelor en sus operaciones contra formaciones blindadas en Sholst. Pese a su enorme tamaño que lo exponía a fuego enemigo desde tierra, su robustez y trepada lo ayudaron a soportar el castigo. El Surubí A7 sumó a los cuatro cañones de  20mm + 2 de 30mm, un pesado cañon de 40mm en proa. De gran precisión en el disparo, el 322A7 entró ya muy sobre la culminación del conflicto, y la gran mayoría de estos aparatos pasó a integrar escuadrones de asalto en la Fuerza Aérea de Corbenia, en la guerra de Áncest. Azotador con cañones de 30mm, una potente y ágil plataforma algo disminuída a la hora de hacer frente a reactores enemigos. El pequeño caza consiguió buenos resultados en ataque a suelo, pero su misión escencial era la de interceptación, por lo que fueron pocos los modelos con este equipamiento.